miércoles, 25 de junio de 2014

MANECILLAS DEL RELOJ

 

¿PORQUE LOS RELOJES GIRAN DE IZQUIERDA A DERECHA?
Esta pregunta se la han formulado muchas personas y la respuesta es muy simple: Porque obedecen a reglas de la naturaleza, gravedad y rotación.
Sin ahondar en la física diremos que los cuerpos al ingresar a una zona de atracción adoptan un movimiento giratorio igual al movimiento de la Tierra sobre su eje.  Para ver el punto de atracción de la Tierra nos ponemos de frente al Polo Norte que es el eje magnético del planeta.    Podemos observar este principio al observar el paso del agua por un conducto hacia un espacio vacío, la atracción del espacio al aire en el caso de los huracanes y sin ir mas lejos los remolinos de la naturaleza giran en este sentido. 
Hoy en día es mas fácil decir que los tornillos, las tapas o los ventiladores giran en sentido de las manecillas del reloj.
Absurdo sería colocar los números en la luneta de un reloj en sentido contrario. Explicaré brevemente que es la rotación.
Rotación es el movimiento de cambio de orientación de un cuerpo o un sistema de referencia de forma que una línea (llamada eje de rotación) o un punto permanece fijo.     La rotación de un cuerpo se representa mediante un operador que afecta a un conjunto de puntos o vectores. El movimiento rotatorio se representa mediante el vector  velocidad angular \boldsymbol\omega, que es un vector de carácter deslizante y situado sobre el eje de rotación. Cuando el eje pasa por el centro de masa o de gravedad se dice que el cuerpo «gira sobre sí mismo».                                                                                                                                   ). En ingeniería mecánica, se llama revolución a una rotación completa de una pieza sobre su eje
Los antiguos conocieron varias especies de relojes. Vitruvio habla del reloj de agua o clepsidra, el de aire, el de sol y de otras especies que nos son desconocidas.                        Se cree que los grandes relojes de pesas y ruedas fueron inventados en Occidente por el monje benedictino Gerberto (Papa, con el nombre de Silvestre II, hacia finales del siglo X) aunque ya con alguna anterioridad se conocían en el Imperio bizantino.1 Según otras fuentes, el primer reloj de que habla la historia construido sobre principios de mecánica es el de Richard Wasigford, abad de San Albano, que vivió en Inglaterra hacia 1326, pues al parecer la invención de Gerberto (después Silvestre II) no era más que un reloj de sol. El segundo es el que Santiago Dondis mandó construir en Padua hacia 1344 y en el cual según refieren se veía el curso del sol y de los planetas. El tercero fue el que había en el Louvre de París, mandado traer de Alemania por el rey Carlos V de Francia.2 El antepasado directo de estos instrumentos podría ser el complejo mecanismo de Anticitera, datado entre 150 y 100 a. C.1